Hace un mes que tengo ganas de comer sopaipillas y este fin de semana largo me dio la energía para poder hacerlas yo misma. Comer cosas ricas hace que odie un poco menos el frío.
Nunca antes las había preparado y esta primera vez no estuvo exenta de fallas ¡olvidé echarles sal! Lo bueno es que el pebre aportó la sabrosura y la masa quedó bastante rica.
Debo confesar que como el deseo de comer sopaipillas venía acumulándose comí y comí muchas de ellas y dormí feliz.
Nunca antes las había preparado y esta primera vez no estuvo exenta de fallas ¡olvidé echarles sal! Lo bueno es que el pebre aportó la sabrosura y la masa quedó bastante rica.
- Comencé con dos tazas de harina pero fui incorporando más mientras amasaba hasta lograr que estuviera suave y la masa no se pegara a mis manos.
- Eché tres cucharadas de manteca vegetal en una taza pequeña de agua caliente y la incorporé a la harina junto con una taza de zapallo cocido...en esta parte agreguen una cucharadita de sal ¡No lo olviden!
- Amasé y amasé sin perder la fe en que resultarían.
- Porcioné la masa para formar las sopaipillas.
- Calenté el aceite en un sartén, suficiente cantidad para tapar completamente las sopaipillas mientras se freían.
- Mientras se freían las sopaipillas preparé el pebre: Ají en salsa, ajo, pimienta, comino, aceite, cebollín y unas gotas de limón.
Debo confesar que como el deseo de comer sopaipillas venía acumulándose comí y comí muchas de ellas y dormí feliz.